Nuestra misión en este viaje a Nueva York fue enseñar a los jóvenes el significado de la adoración verdadera, ayudándolos a conectar más profundamente con Dios a través de la alabanza y la entrega espiritual. También trabajamos con niños para mostrarles que, sin importar su edad, ellos pueden adorar a Dios y ser parte activa de su obra. Además, realizamos diversas actividades con iglesias locales, fortaleciendo la comunidad de fe y fomentando un ambiente de unidad y crecimiento espiritual.
Nuestra visión fue impactar a la comunidad en Nueva York al despertar una nueva generación de adoradores genuinos. Buscamos que los jóvenes comprendieran la verdadera esencia de la adoración, más allá de la música, como una entrega sincera a Dios en cada aspecto de sus vidas. También deseamos inspirar a los niños, enseñándoles que, sin importar su edad, pueden adorar y servir a Dios con pasión y propósito.
